viernes, 20 de noviembre de 2015

¿Cuál es la mejor postura para dormir?


Elegir una postura adecuada para dormir es determinante para lograr un descanso adecuado, además de para optimizar las funciones del cuerpo durante el sueño y evitar dolores
¿Cuál es la mejor postura para dormir?

Algunos dicen que boca arriba, otros que de lado.  Los estudios aún no pueden ponerse de acuerdo.
Si bien es muy difícil cambiar una posición para dormir cuando la adoptamos desde hace mucho tiempo o tampoco tenemos la posibilidad de analizar qué ocurre mientras estamos en el mundo de los sueños, los expertos nos indican cuál es la mejor postura para dormir.
¿Quieres conocerla? Entonces sigue leyendo este artículo.
La importancia de dormir
Quizás ya lo sabes: dormir bien es bueno para nuestra salud. El sueño es reparador y no en el sentido literal de la frase. Las investigaciones afirman que, mientras dormimos, el cerebro elimina las toxinas acumuladas durante el día y esto puede servir para prevenir o tratar enfermedades neurodegenerativas.
Debido a que un tercio del día lo pasamos (o deberíamos pasar) durmiendo, es fundamental hacerlo de manera correcta.
La ciencia todavía no ha determinado por qué razón el ser humano (y los mamíferos en general) necesitan dormir tantas horas. Pero lo cierto es que es vital para sentirnos enérgicos, de buen humor y saludables cada día.
Dormir
Dormir bien es sinónimo de músculos reposados y mente despejada. Sin embargo, no siempre podemos disfrutar de las bondades de un buen descanso. Esto puede deberse a muchos factores (entre ellos, las posturas que elegimos al momento de irnos a la cama).
Los investigadores no han podido ponerse de acuerdo sobre cuál es la mejor postura para dormir. Por lo tanto… ¡quedaron dos finalistas! Lateral y boca arriba. Veamos qué beneficios aporta cada una de ellas:
Primera a la final: Dormir de lado
El nombre correcto es “decúbito lateral”. Es mejor si elegimos el lado izquierdo. Entre las ventajas de optar por dormir de costado tenemos:

Favorece los procesos glinfáticos

Dormir de lado
Esta posición permite limpiar los deshechos del sistema nervioso en todos los mamíferos. Atención, que no es lo mismo que el linfático (que se encarga de eliminar la basura del cuerpo), porque el glinfático se ocupa únicamente del cerebro y la médula espinal.
Los estudios publicados en el Journal of Neuroscience dicen que este hábito reduce las posibilidades de padecer Mal de Alzheimer y otras enfermedades neurológicas (entre ellas la demencia).

Reduce la acidez estomacal

Para aprovechar este beneficio debemos dormir del lado izquierdo. Hacer un cambio en la manera de descansar está incluido dentro de las técnicas para reducir la acidez (junto con dejar de fumar, comer más liviano por las noches y no beber alcohol).

Mejora el embarazo

Embarazo
En los últimos meses de gestación las mujeres tienen serios problemas para dormir. La posición decúbito lateral izquierda, al parecer, es una solución para que la madre pueda descansar toda la noche y respirar mejor.
Además, beneficia al feto porque incrementa los nutrientes y sangre que llegan a la placenta.

Segunda a la final: Dormir boca arriba

Algunos de los beneficios que nos aporta elegir esta postura al dormir (no recomendada para embarazadas ni para los que roncan) son:

Evita dolores musculares

Dolores musculares
¿Sufres mucho de contracturas en la espalda, el cuello o los hombros? Es un problema muy frecuente en la actualidad debido al tipo de trabajo que la mayoría tenemos.
Cuando dormimos boca arriba la columna vertebral se mantiene en una posición “neutral”. Para evitar que el dolor sea mayor es preciso contar con un colchón y una almohada adecuados.

Aliada de la belleza

Dormir tumbado hacia arriba tiene efectos que ni la cirugía estética o los tratamientos de belleza pueden lograr. Por un lado, evita la aparición de arrugas en el rostro debido a que la piel no está apoyada sobre la almohada o tiene contacto con las sábanas.
Hay casos de personas que tienen acné únicamente del lado de la cara apoyada al dormir de lateral. Por otra parte, descansar boca arriba es perfecto para las mujeres porque evita la flacidez en los senos.

Previene el reflujo y otros males estomacales

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Si dormimos boca abajo nuestro estómago y muchos órganos vitales estarán presionados contra el colchón recibiendo el peso del cuerpo. Por el contrario, hacerlo boca arriba reduce varios problemas como la acidez, el reflujo o los gases.

Del otro lado de la tabla: las dos peores posturas para dormir

Ya te hemos contado cuales son las dos mejores opciones para descansar cada noche. Pero también debemos indicarte las menos recomendadas. Estas son:

Posición fetal

Posición fetal
Algunas embarazadas la eligen cuando ya no saben cómo ponerse para reducir el insomnio. También los que roncan mucho optan por esta posición para que la sinfonía nocturna no provoque problemas maritales.
Sin embargo, es de las menos adecuadas por dos razones principales:
En primer lugar, porque implica una curvatura de la espalda que puede provocar dolores o contracturas, además de evitar que la columna se relaje y descanse de todas las actividades diarias.
En segundo término porque restringe la respiración diafragmática y presiona el estómago contra las rodillas. Esto puede causar sensación de falta de aire, dolores estomacales o indigestión.


Boca abajo

Boca abajo

Probablemente sea la postura elegida por aquellos que llegan a casa directo a acostarse porque están muy cansados. En cuestión de segundos quedan profundamente dormidos abrazando su almohada cual niño con un oso de felpa.
No obstante, debemos evitar esta posición para dormir, ya que ejerce mucha presión sobre las articulaciones y los músculos.
Puede provocar, por ejemplo, dolores de espalda y de cuello, molestias en los senos en caso de las mujeres o contracturas en los hombros. ¡Ni que hablar de la horrible sensación de adormecimiento en brazos o manos!
Dormir boca abajo toda la noche es igual a tener el cuello doblado 15 minutos seguidos. ¡Puedes imaginarte el dolor!

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jueves, 19 de noviembre de 2015

Chocolate amargo y sus propiedades para la salud.


Para beneficiarnos de todas sus propiedades es muy importante que consumamos el chocolate lo más puro posible, ya que si le añadimos leche perderá sus virtudes antioxidantes
Chocolate amargo: recetas y sus propiedades para la salud.

El chocolate amargo cuenta con innumerables estudios donde se abalan sus múltiples beneficios nutricionales, y es que los aztecas lo utilizaban ya en su estado puro para remediar dolencias del estómago y el intestino, así como aliviar la fiebre, de ahí que se le conociera comúnmente como “el alimento de los dioses”.
Nos encanta su sabor, se le relacionan principios afrodisíacos e incluso antidepresivos, estimula nuestra producción de endorfinas y también de serotonina, indispensables además para atenuar los efectos del síndrome de la fatiga crónica (SFC).
El chocolate amargo (o negro), es decir, ahí donde se restringe el azúcar añadido y en el cual obtenemos un producto natural 100% es altamente saludable y nos aporta una serie de calorías muy adecuadas, cuidando además de nuestro corazón. Todo ello lo hace además apto para que lo puedan consumir los diabéticos, pero siempre deberán hacerlo bajo la supervisión de sus médicos.

Beneficios nutricionales del chocolate amargo

Recordemos que cuando hablamos de chocolate amargo estamos haciendo referencia al puro, al que tiene 90% de cacao en su composición.
  • -Minerales: contiene fósforo, magnesio y potasio.
  • -Teobromina y cafeína: estos dos elementos aportan estimulantes al sistema nervioso, similares al café o al té.
  • -Ácido graso esteárico: es uno de sus elementos más importantes, gracias a ellos, reducimos el colesterol en sangre y ayudamos a que nuestro hígado se limpie naturalmente liberando este lípido.
  • -Triptófano: Favorece la liberación de serotonina, que mejora nuestro estado de ánimo.
  • -Anandamida: nos ofrece relajación y sensación de bienestar.
  • -Feniletamina: Pequeños euforizantes y estimulantes.
  • Epicatequina: antioxidante por excelencia, nos ayuda a reducir enfermedades cardiovasculares y a paliar el riesgo de arteriosclerosis.Pero atención, dato importante, si se añade leche al chocolate negro perdemos su virtud oxidativa.
  • -Fibra: el cacao puro tiene un alto contenido en fibra que nos ayuda a favorecer el tránsito intestinal.

Estudios sobre los beneficios del chocolate amargo

-Para el corazón: Carl Keen, profesor de la Universidad de Nutrición de California: una onza de chocolate amargo, nos aporta tantos flavonoides como seis manzanas juntas o dos vasos de vino tinto, regula nuestra presión arterial y nos ayuda a prevenir enfermedades coronarias.
El problema básico está en que son los flavonoides los que aportan ese sabor amargo al chocolate, de ahí que siempre se le suela añadir leche y azúcar, y con ello, se elimina por completo sus grandes propiedades cardiovasculares.
-Antidepresivo: Los investigadores de la Escuela de medicina Hull de York, en Reino Unido, demostraron que tomar un poco de chocolate amargo cada día combate el síndrome de la fatiga crónica.
-Mejoras musculares y cardíacas: Universidad de Wayne State, Detroit. Sus científicos demostraron que el consumo de chocolate amargo incrementa el metabolismo celular de los músculos cardíacos y los músculos esqueléticos, gracias a la epicatequina anteriormente nombrada.
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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Los grandes corazones se llenan con poco


Cada uno debemos ver lo que realmente es importante para nosotros y valorar hasta qué punto merece la pena sufrir o no por ello. Al encontrar el equilibrio interior conseguiremos eliminar el estrés
Los grandes corazones se llenan con poco

Todos tenemos grandes sueños, grandes esperanzas que marcan nuestros objetivos cada mañana. Tener propósitos es, sin duda, algo positivo pero, como todo en la vida,hay que saber mantener el equilibrio.
Hay quien aspira a tantas cosas que deja escapar el presente porque no se ajusta a sus expectativas. Otros, por su parte, solo ansían acumular cosas, personas, objetos… y se olvidan de obtener experiencias y emociones positivas con las cuales enriquecerse de verdad.
Podríamos decir aquello de que “a la vida llegamos sin nada y nos vamos de igual forma”. No obstante, no hay legado más rico, más pleno y reconfortante que el llenar nuestro corazón de las cosas más sencillas que nos trae el día a día, esas que no se obtienen a cambio de dinero y que, en esencia, nos aportan la auténtica felicidad.
Te invitamos a reflexionar sobre ello con este artículo.
La grandeza de los corazones humildes y sus tres principios
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En ocasiones, nuestra sociedad suele asociar el concepto “humildad” con debilidad, con alguien que no encara la vida con fuerza o con orgullo. Por otra parte, también se relaciona a las personas humildes con esa parte de nuestra población que es capaz de desprenderse de sus bienes físicos para ayudar a otros.
Nada más lejos de la realidad. Cuando hablamos de una persona humilde no se trata de pensar de inmediato en alguien que practica el budismo y que se sienta en posición de loto.
La humildad debería ser un propósito vital que inculcar a los niños desde bien pequeños para conseguir adultos más íntegros, respetuosos y, a la vez, felices.
Pensemos durante unos instantes en estas ideas:

1. ¿Cuántas cosas necesitas a día de hoy para ser feliz?

Reflexiona durante unos minutos en esta cuestión ¿qué necesitas hoy para ser feliz?Es muy posible que lo primero que te venga a la mente sean estas dimensiones:

  • Estar conmigo misma unas horas, en soledad, pasear por un lugar tranquilo.
  • Compartir un tiempo de intimidad con mi pareja.
  • Pasar un buen rato riendo y jugando con mis hijos.
  • Comer con mis padres, dejarme querer y demostrarles mi amor.
  • Disfrutar con mis amigas, bromear, pasear, descubrir, recordar buenos momentos…
Si has pensado en todas estas ideas, está claro que tu corazón sabe centrarse en aquello que de verdad importa en el día a día: la familia, las amistades y una misma.
Son espacios que deben llevarse con armonía, sin descuidar ninguno, ni siquiera tu crecimiento personal.
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2. La sencillez es la llave para combatir el estrés

En ocasiones te hablamos en nuestro espacio de todos esos alimentos y pautas que debes seguir en tu día a día para combatir el estrés. No obstante, el mejor consejo que podemos ofrecerte para lograr equilibrar tanto la ansiedad como el estrés es, sin duda, llevar una vida sencilla.
Llevar una vida sencilla no significa tener que renunciar a determinadas cosas, sino a priorizar unas por encima de otras.
  • Debemos entender que el estrés tiene como principal función ponernos en alerta “ante un riesgo o ante un peligro cercano del cual escapar”.
  • Los corazones que saben atenderse a sí mismos, que saben escucharse y que, a su vez, aprenden a ser felices con menos cosas, logran exigir menos a la vida y, por tanto, se acercan más a un equilibrio cotidiano donde ya no existe el estrés.
Si aprendemos a desprendernos de ciertas cosas, a relativizarlas, desaparecerá esa sensación de alarma y de presión con la cual nos levantamos cada mañana.
  • Hay quien vive toda su vida con estrés crónico. Son personas que se han habituado a vivir hacia afuera y no hacia dentro.
Intentan ir más allá de sus propias posibilidades, atienden a otros más que a sí mismos, piensan que el equilibrio está en cumplir todos esos objetivos externos, cuando, en realidad, han perdido de vista su propio corazón. Su propio interior.Debemos pensar en ello.

3. El corazón que se llena con poco no es cobarde ni aspira a poco, sino que busca lo que es IMPORTANTE

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  • Conformarse con poco no es renunciar, es priorizar aquello que es importante. Ahora bien, ¿y qué es de verdad vital en nuestro día a día?
Cada uno tendremos, sin duda, esos aspectos esenciales: puede que en tu caso sea tu pareja, o tu salud, o el estar bien contigo mismo superando alguna mala experiencia vivida.
  • Cada uno nosotros debemos tener claro aquello que de verdad importa.Lo demás es secundario. En ocasiones, también hemos de aprender a “soltar”, a desprendernos de todos esos aspectos (personas incluidas) que, a veces, hacen nuestra vida más complicada e infeliz.
  • Una persona fuerte y valiente no es aquella que más soporta, ni la que más aguanta sobre sus espaldas. Alguien fuerte es aquel que ha aprendido a renunciar y a dejar atrás ciertas cosas para tener ahora un corazón más grande que ama las cosas sencillas.
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martes, 17 de noviembre de 2015

El amor solo tiene sentido cuando lo compartes

Al igual que recibimos, debemos aprender a dar aquello que deseamos para nosotros mismos y demostrar nuestro cariño más allá de las palabras, con actos tangibles
El amor solo tiene sentido cuando lo compartes

Parece una frase hecha: “el amor solo tiene sentido cuando lo compartes“. No obstante, aunque en nuestro día a día es común hablar del amor, en realidad, no son muchos los que saben ofrecerlo de forma efectiva o enriquecedora.
O, más aún, no entienden que el amor es la capacidad más íntegra de dar y compartir afectos sin hacer daño. No estamos hablando en exclusiva de las relaciones de pareja. Pensemos por ejemplo en esos padres que dicen “amar” a sus hijos y que, sin embargo, lo único que consiguen es educar niños que sufren.
El no saber atender, el no ofrecer un amor que invita a la persona a crecer, a sentirse parte de algo y tener raíces, nos aboca a andar como seres perdidos, desnudos de ese afecto que ofrece seguridad y reconocimiento.
El amor que no se comparte, o que no sabe ofrecerse de forma íntegra, nos aboca a la soledad y al sufrimiento. Te invitamos a reflexionar sobre ello.
El amor modifica tu cerebro
abrazo con amor
Son muchos los expertos, psiquiatras, sociólogos y antropólogos que nos recuerdan que el hombre, cuando viene al mundo, es noble por naturaleza.
Sabemos que esta idea cae mucho en esa tendencia de la psicología positiva, pero si tenemos en cuenta el enorme peso que tienen en el cerebro del bebé los estímulos, los afectos, la educación, las experiencias previas e incluso la propia sociedad, entendemos muchas veces el porqué de determinados comportamientos.
  • Un cerebro que no encuentra estímulos positivos relacionados con el amor no se desarrolla como debe, porque estamos vetando el crecimiento de esas áreas relacionadas con las emociones, con la sociabilidad.
  • El amor modifica de un modo muy intenso numerosas estructuras de nuestro cerebro. Más de diez áreas pueden verse afectadas si, a lo largo de nuestro desarrollo, solo encontramos carencias o rechazos.
  • Un cerebro que recibe de forma regular estímulos negativos es una mente sometida al estrés y la ansiedad. Ello limita, por ejemplo, la correcta maduración del cerebro de un niño. No asentará conocimientos e informaciones con la misma facilidad que otro niño educado en un contexto armonioso y con amor.
Dejemos ahora a un lado ese amor que todos necesitamos en nuestra infancia. Pensemos en el impacto que tienen en el ser humano esas relaciones afectivas cargadas de sufrimientos y malos tratos.
  • Son muchas las relaciones de pareja basadas en un amor “que hace daño”, que controla, que ocasiona miedos y sufrimientos.
  • Puede que te sorprenda, pero un cerebro adulto sometido de forma prolongada a este tipo de estímulos, genera también una serie de cambios bioquímicos y cerebrales muy notorios, similar al estrés postraumático.
  • Una persona que vive sometida a una situación de maltrato emocional, ahí donde el amor no es sincero o, simplemente, “no sabe ofrecerse como debe”, genera problemas de sueño y de memoria, ansiedad, una bajada de la autoestima e incluso una reducción de esa estructura cerebral relacionada con las emociones: el hipotálamo.
El amor que se comparte hace más grande nuestro mundo
El amor que sabe compartirse nos hace más grandes por dentro que por fuera. Porque es así como todo cobra sentido, porque es así como se cuidan y se fortalecen las relaciones positivas.

Amar es saber comprender y ver a los demás como a uno mismo

Todos merecemos tres cosas en esta vida: ser amados, respetados y reconocidos.
Si a día de hoy cuentas con una o más personas que te aportan todo esto, no las dejes escapar, porque es lo que todo ser humano necesita en este mundo. Es una ley universal.
Amar es, ante todo, ver a los demás como a uno mismo. Todos sabemos que el desprecio duele, que el no saber respetar causa sufrimiento y que vetar el espacio personal es limitar ese crecimiento interior que todos merecemos.


Puede que en algún momento de tu vida hayas conocido a alguien “que decía quererte” y, sin embargo, nunca supo hacerlo de forma correcta.

No es lo mismo amar que “saber amar”

  • Hay quien piensa que el amor es solo una dimensión que se comparte sin más, y que no requiere esfuerzos cotidianos.
  • No por ser padre, madre, hermano o pareja está todo hecho. Amar es saber escuchar, atender, estar cuando se necesita y demostrarlo cada día en los actos más simples, más elementales.
  • El amor debe verse y debe notarse. En ocasiones, las palabras no tienen mayor trascendencia si no las acompañamos por actos que nos lo demuestren.
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Estamos seguros de que en tu vida tienes a muchas personas que te quieren y a las que amas. No olvides que es necesario cuidarlas como el mejor de los tesoros. No obstante, tampoco olvides que también tú mereces ser amada, reconocida y atendida.
 El amor que se comparte es un acto grandioso donde todos ganamos.
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Masaje relajante de pies

lunes, 16 de noviembre de 2015

Tú eres mindfulness, atención plena


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¿Qué es la Persona?
Desde que nacimos nos han dicho: qué guapo, qué inteligente, qué alto, qué torpe, qué simpático, qué... Sí, casi una infinidad de conceptos que otros tienen sobre nuestra apariencia, sobre nuestro comportamiento, sobre nosotros mismos. Todos ellos han ido condicionando nuestra forma de pensar, de actuar ¡de vivir! Es un proceso lento, casi invisible pero persistente y que cala.De escucharlo tantas veces, nos lo hemos llegado a creer, a interiorizar, a hacerlo nuestro. ¡Soy así! Y si en algún momento, alguien lo cuestiona, lo pone en tela de juicio, es muy posible, que lo defendamos a capa y espada.
Creemos que somos esa persona, con esas características concretas. Etimológicamente la palabra “persona” proviene del latín: “máscara del actor”, detallándolo más, “per” prefijo con una connotación superlativa y “sonus” de sonido, “persona: máscara que hace ruido”. Dicha etimología tiene sentido, ¿verdad?
Todas y cada una de esas peculiaridades que nos creemos, en realidad, no son sino máscaras que ocultan nuestra auténtica naturaleza, que es esa chispa divina, esa paz, esa atención plena, ese vasto espacio que es y que somos.
Ciertamente vivimos engañados si creemos que únicamente somos esa persona limitada, esa acumulación de conceptos establecidos por referencia de otros, que a su vez, también los recibieron y aceptaron, que vienen de nuestros ancestros y por ende tienen tanta fuerza. En ocasiones, hay una “vocecita” dentro que se queja, que no está satisfecha con esas creencias y nos genera un malestar, una insatisfacción y empiezan a surgir preguntas denominadas existenciales, como: ¿Quién soy yo? ¿Qué es esto que llamamos Vida? ¿Para qué estoy aquí? No es sino esa Atención la que, valga la redundancia, reclama atención. A veces es tan débil que no la hacemos mucho caso.
Además, vivimos en una sociedad que, podríamos decir, es casi contraria a esa Atención. Tenemos tantas ocupaciones que llevar a cabo, incluso varias a la vez... pero, parece cierto que, hoy en día, ese estilo de vida nos da un status, nos hace sentir importantes, eficaces, eficientes, adecuados, válidos… Se mide nuestra valía por el hacer, hacer, hacer y… se nos ha olvidado sólo ¡Ser! Permitirnos Ser ese Inmenso espacio de Belleza, de Amor, de Inteligencia, de Plenitud!
Incluso, se nos podría tachar como holgazanes, si no llevamos ese intrépido ritmo viviente y dedicamos parte de nuestro tiempo a escuchar esa Atención, a sólo Ser.
Y mientras continuamos con esa maraña de quehaceres, nuestra vida va reflejando sus consecuencias. Vivimos descentrados, estresados, con sus funestas repercusiones como todos bien conocemos: tristeza, desaliento, crisis de ansiedad, depresiones, enfermedades… y para qué seguir… A pesar de esto, pocas veces nos permitimos parar. Es más, tenemos el apoyo de los medios de comunicación que nos recuerdan: ante un resfriado no pare, tómese “sinparón” y continúe con su estresado día. Y ¡hacemos caso!
Sin escuchar a nuestro cuerpo que desea le cuidemos. Cuerpo que refleja el cansancio de nuestra mente y en ocasiones de nuestra alma.
Como decía el gran Maestro indio Krishnamurti: "No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma."
Sólo Atención Plena
Muy probablemente, si estás leyendo este articulo acerca del Mindfulness, de la Meditación, de la Atención Plena… es debido a que ya has escuchado en algunos momentos esa voz interna que te reclama la hagas caso. Que des un giro a tu mirada, a tus oídos y utilices tus sentidos internos. Una metanoia, como decían los griegos.
Y, muy probablemente, también habrás intuido, percibido, experimentado, en ciertos momentos de una gran belleza, como un amanecer, una puesta de sol, que lo que de verdad eres es esa Inmensidad, Atención, Luz, Espacio Infinito que todo lo contiene.
Prestar Atención al momento presente
Una forma de vivir que nos invita a producir cuanto más mejor, a no parar, a no escucharnos, hace que sea muy fácil vivir fuera de nuestro centro, de esa Plena Atención y como muy sabiamente decía nuevamente nuestro amigo Krishnamurti: "Lo decisivo para traer paz al mundo es nuestra conducta diaria."
Y para ello, es necesario prestar atención al momento presente. La mente deambula entre el pasado (que ya no existe) y el futuro (que hasta que suceda es mera fantasía).
El único momento que experimentamos es el presente y parece que es el que tratamos de evitar.
Por tanto, en el Mindfulness o Atención Plena se trata de darse cuenta de qué está pasando ahora mismo. No significa que no podemos pensar más en el presente o pasado, pero cuando lo hacemos será con atención plena. Al dirigir voluntariamente nuestra consciencia hacia el momento presente -y alejarla del pasado y futuro-, creamos un espacio de libertad donde la serenidad, paz y la alegría sin motivo pueden crecer.
Es un estado emocional a lo que acontece no reactivo, sin juzgar. O si lo hacemos, nos damos cuenta de ello y lo dejamos partir. Aceptamos lo que surja y lo observamos con Plena Atención. Y nos daremos cuenta, si estamos en ese Centro, cómo surge, cómo pasa por nosotros y cómo se va… Igual que vemos como las nubes pasan por el cielo, cambian de forma y desaparecen.
No importa si la experiencia nos parece placentera o dolorosa, la tratamos del mismo modo. Sin apego a lo que nos gusta, ni a lo que nos disgusta.
Beneficios. Por qué practicar Mindfulness o Atención Plena
Mindfulness se lleva practicando por culturas orientales desde la antigüedad, y es recientemente que occidente ha puesto atención a dicha metodología. Existen, hoy en día, numerosos estudios y publicaciones de investigación médica y psicológica del mindfulness que demuestran su validez y eficacia. Por ejemplo Mark Williams -un psicólogo de la Universidad de Oxford-, ha realizado un estudio sobre el mindfulness como tratamiento para la depresión recurrente. Sus resultados han sido tan positivos que el Instituto Nacional de Excelencia Clínica en Estados Unidos, la ha recomendado como un tratamiento para ello.
Los estudios han mostrado que practicar mindfulness, incluso en semanas, puede dar una variedad de beneficios físicos, psicológicos y sociales.
Entre ellos podemos citar:
- Fortalece nuestro sistema inmunitario.
- Reduce el estrés, estados de ansiedad, nerviosismo, depresión.- Incrementa la materia gris de nuestro cerebro, relacionada con el aprendizaje, memoria, regulación emocional y empatía.
- Aumenta la positividad
- Mejora la concentración, ayuda a evitar las distracciones.
- Fomenta la compasión y altruismo; a través de su entrenamiento nos hacemos más proclives a ayudar a los demás y a nosotros mismos, ya que se incrementa la actividad neuronal relacionada con la empatía y la regulación emocional.
- Ser conscientes de nuestros hábitos y patrones, con lo cual, aprendemos a actuar y no a reaccionar de forma automática.
-Ver las situaciones de forma clara, lo cual hará que nuestra respuesta a situaciones difíciles y complejas sea efectiva.
- Ser más creativos.
- Vivir de una forma más equilibrada, más serena.
Su práctica se basa en estar presente y consciente en cada momento de nuestra vida, acoger cualquier cosa que surja en nuestra experiencia de forma amorosa y sin juicio, para abrir nuestro corazón hacia nosotros mismos y permitir que surja la compasión también por los demás. Suena sencillo, pero requiere de práctica y gran constancia.
La práctica del Mindfulness-Atención Plena, nos permite que el recorrido de nuestra vida se haga con un corazón abierto y una mente despierta.

Mª Pilar García Ośua
Instructora de Meditación y Yoga (India)
Terapeuta Ayurvedica Certificada (India)
Terapeuta Gestalt, Escucha Activa, Polaridad Risoterapeuta
Hospedería del Silencio
www.hospederiadelsilencio.com